Como Atender y Amar a Nuestras Visitas y No Enloquecer En El Intento

Algunos las amamos, otros les tememos y unos más quisiéramos que  solo se tratará de un mal sueño del cual se pudiera despertar lo más pronto posible, me refiero por supuesto a las visitas. Quien ha recibido en alguna época del año en algún momento de su vida, ya sea amigos o familiares de visita, sabrá lo complejo y desquisiante que es regularmente lograr la armonía en un hogar acostumbrado a la rutina de lo cotidiano. Y no que uno no amé recibir a los lejanos viajeros que nos alegran la vida con su llegada después de un largo tiempo sin verlos, sino que el proceso de poder atenderlos de la manera más adecuada, cómoda y eficaz puede llegar incluso a convertir el más sincero hospedaje en toda una pesadilla.

Sin embargo, las buenas noticias es que SI podemos conseguir la tan anhelada y soñada feliz recepción de visitantes y por lo tanto hacer más tolerable y agradable para nosotros su estancia. Y ya que para todo se necesita primeramente buena voluntad, si eres de lo que puedes hacer pequeños sacrificios, entonces te resultará más sencillo llevar a cabo las siguientes recomendaciones:

  1.  La planeación ante todo. Si te organizas con tiempo suficiente (unos dos o tres meses) antes de la inminente llegada de tus visitantes te será más fácil saber que necesitas. Si ya sabes cuantas personas estarán en tu casa, planea junto con los demás miembros de tu familia, que habitaciones se asignarán a tus visitas, quién cederá su recamara o cama, cuales serán los horarios de uso de los baños, quien se ofrecerá a sacar a pasear a los visitantes, dividir la limpieza de la casa para que sea menos pesada, etc. Una buena idea es tener una pequeña agenda y así recordar todo esto, ya que una buena organización no puede ser remplazada.
  2. Haz unión y vencerás. Es cierto que las desavenencias son algo común que se presenta en una casa ya de por si llena, y ahora tenerla con quizás el doble de sus usuales ocupantes puede llegar a convertir un santuario de tranquilidad en un verdadero campo de batalla. Lo mejor entonces es platicar desde antes todos juntos como familia sobre lo que viene, tomando conciencia que aunque todos somos diferentes y es probable que se presenten desacuerdos, lo más importante es en lo posible tratar de llevar la fiesta en paz, practicando la paciencia y la tolerancia. Tarea nada fácil pero tampoco imposible, recordando que el tenerlos no es de por vida y pasará quizás un buen tiempo para que se repita.
  3. Un de los tantos puntos de diario conflicto al tener a nuestra visita son los alimentos, ya que todos tienen gustos y formas diferentes para prepararlos y consumirlos. Investiga con tiempo que les gusta a tus invitados, si hay alguno de ellos que sea alérgico a algún ingrediente o si tienen hábitos como el no consumir carnes. Si sabes que se sienten más cómodos preparando ellos mismos su comida, establece horarios para así cederles el uso de la cocina a sus anchas.
  4. Diversión a granel. Si ya es de por si difícil ponerse de acuerdo entre los mismos miembros de una familia en lo que van a ver por televisión, ahora imagínate con otras personas de gustos diferentes en tu casa. No permitas que los tiempos de ocio se reduzcan a ver a que canal cambiarle y volverlo un motivo más de pelea. Intenten sobre todo por las noches, organizar juegos entre todos, pueden ser de mesa o propuestos, aquí la idea es promover la unidad, la diversión y no aumentar el apego a la tele. Puede ser también buena idea ir a rentar 2 peliculas, una del gusto de tu familia y la otra del gusto de tus invitados, para así hacer una noche de cine diferente. También durante el día se puede organizar una salida a algún parque o centro recreativo y así estar lo menos posible encerrados.

Como ves, tener visitas no es en realidad tan terrible si se toman con tiempo previsiones y se planea que hay que hacer cada día que permanezcan con nosotros, entendiendo que aunque en ocasiones es pesado y molesto poder ser el anfitrión perfecto, será más sencillo si mejor buscamos el lograr un tiempo de calidad y calidez entre todos.

¿Se te ocurre alguna otra idea para poder atender visitas? Como siempre te invitamos a compartirlas, y a que expongan tanto sus dudas como sugerencias. Nos despedimos y les deseamos un hermoso y familiar día y una más que excelente semana a todos ustedes. Salute! 

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