Para nadie ha pasado desapercibido que en las pasadas semanas se dio una autentica batalla mediática tanto en medios de comunicación formales como la televisión y el periódico, así como entre los no tan formales como las redes sociales en Internet, acerca de las tristes metidas de pata de algunos de los posibles candidatos a ser presidente de México sobre sus pobres conocimientos y muy marcada ignorancia en cuanto a que tanto y sobre que, han leído. Y mientras algunos nos dimos a la tarea de satanizar y condenarlos por ni siquiera saberse los autores de los libros que «marcaron su vida», la realidad es que lo único que finalmente salió a relucir de todo esto es que en México en cuanto a cuantos libros lee una persona promedio por día, difícilmente llega siquiera a eso: por día.
Las cifras son duras y muestran que México es casi un país de analfabetas, donde leer es un reto al que ni por medio de spots publicitarios y ruegos de nuestras instituciones a leer aunque sean 20 minutos al día sirven. Al mexicano no le interesa leer, tampoco ir a ver espectáculos de cultura como danza, teatro o conciertos de música clásica. Simplemente es algo que no se nos da, y la verdad, lo único que nos debería dar, sería vergüenza ya que preferimos lo chafo, lo burdo y lo simple para tratar de formarnos un criterio más bien deforme.
Y no quiero que nos echemos la culpa completamente, ya que en mucho han tenido su parte de culpa nuestras autoridades, en las que el sistema educativo que nos han recetado por bastantes años, cada vez cae más y más bajo, y donde al parecer cada día más nos volvemos a acercar a esos tiempos en que era preferible tener al pueblo sumido en la ignorancia que todo lo consuela, para así tenernos controlados y sin armas para opinar o pensar libremente.
La educación en nuestro querido México es pobre, es insuficiente y dista mucho de ser equitativa y de calidad de primer mundo, ya que al parecer la única manera para según obtenerla es teniendo dinero, y aún así resulta que en los exámenes internacionales ni siquiera las escuelas privadas salen muy bien libradas en cuanto a excelencia en conocimientos básicos.
Y todo esto tiene una simple raíz: la falta de lectura. Nos va mal en Matemáticas, español, historia, geografía, biología, etc. y todo se debe a que no sabemos leer correctamente, no entendemos lo que aprendemos, interpretamos erróneamente lo que nos enseñan e incluso escribimos de una manera espantosa y todo por el mismo motivo: la falta de lectores formados desde la niñez.
Y no se trata de imponer el leer, pero así como nos impusieron a ver la televisión y sus monitos desde que eramos chiquitos para así entretenernos y no molestar a los adultos, así deberían habernos inculcado el leer: como un buen hábito que trae beneficios invaluables para toda la vida.
Se que a varios les molestaran mis palabras, y sinceramente lo último que pretendo es ser la Juana de Arco de la lectura en México, ya que mis motivos son los de en verdad causar una ampolla entre todos aquellos que se sienten genuinamente preocupados por lo que les enseñan a sus hijos en la escuela, por lo que ven en la tele o la Internet y que ya no saben de que manera arrancarlos de las garras de los videojuegos. Mi motivo es pues por México, y por un futuro en el que cada vez se hace más patente que la violencia, la corrupción y la falta de oportunidades es por causa de la mala formación cultural entre quienes no tienen acceso (y en verdad anhelan tenerlo) a una educación de excelencia, comenzando por buenos libros.
Quizás no sea tan tarde aún para ir y comenzar a leer… o enseñar a otro el amor por la lectura. Tu, ¿Qué opinas? y les deseamos de corazón tengan un día lleno de amor en familia. Salute!
«Prohibido pensar» – Las Rayas de la Cebra – Verónica Murguía
¡De panzazo! un documental por Carlos Loret de Mola