Puedo contarte que en mi caso todo empezó cuando me di cuenta que el espejo me regalaba una imagen muy poco agradable sobre mi aspecto físico, y puedo contarte también que sabiendo que si seguía por el mismo camino, un día no sólo mi cuerpo se vería comprometido sino lo que era peor: mi salud.
Así que un día me lo propuse. Tenía muchas preocupaciones encima, muchos obstáculos personales y una serie de emociones encontradas que me animaban a mejor quedarme en la cama y rascar mis problemas en lugar de salir y afrontarlos. Pero mi voluntad y determinación triunfaron, y fue así como una mañana me puse mis pants, mis tenis viejitos (no tenía unos profesionales) y me salí a caminar. Camine y camine hasta que me canse y entonces me di la vuelta y regrese. Ese fue mi primer día con el ejercicio y aunque fue una lucha en las que hubo días en que prefería mejor seguir dormida, siempre me impuse a mi misma a dar un día más. Por mi, por mi salud, por la libertad de correr.
Se que no a todos nos viene bien el hacer algún tipo de actividad física, mejor conocida como ejercicio, sin embargo cuando comienzas a experimentarlo, a respirarlo, a vivirlo es cuando uno se da cuenta de lo importante que es salir de nuestros limites auto impuestos y de nuestra «sagrada» zona de confort para comprender que al menos 30 minutos diarios son más que suficientes para efectuar un cambio de 180° en tu vida.
¿Porque no intentarlo? Imponte hoy ese reto, haz lo que más te mueva, puede ser caminar, correr, nadar, etc. lo que sea que más te guste y comienza a creer que solo un día es el principio de tu propio camino a la libertad y a la salud.
Y si eres de los que puedes contar tu testimonio así como yo, te invito a ponerlo aquí en el blog y así motivar a otros a disfrutar no solo de un cuerpo delgado sino de buena salud. Que sigan tendiendo un excelente día. Salute!