Todos los que pasamos de pequeños por el dolor de un pinchazo o el amargo sabor de una vacuna, sabrán ahora de adultos y si es que tienen hijos, lo desagradable que puede llegar a ser la experiencia y el porque es una de las citas menos populares en los consultorios o centros de salud; y escuchar con angustia el grito y llanto desgarrador de un niño nos lo confirma. Sin embargo, ¿Cuál es la verdadera importancia de las vacunas y su papel en nuestra salud?
Conocer un poco más sobre ella nos ayudara a entenderla. La vacuna (Del latín «vaccinus-a-um» (vaca) de «vacca-ae», «vaca») es un preparado de antígenos que una vez dentro del organismo provoca la producción de anticuerpos y con ello una respuesta de defensa ante microorganismos patógenos. Esta respuesta genera, en algunos casos, cierta «memoria inmunitaria» produciendo inmunidad o una especie de escudo protector frente al patógeno o virus correspondiente. La primera vacuna descubierta fue en el año de 1796 por el Dr. Edward Jenner para combatir la mortal viruela.
Las vacunas se han clasificado en dos grupos:
-
Vacunas vivas o atenuadas. Las cuales provienen de microorganismos que han sido cultivados expresamente bajo condiciones en las cuales pierden sus propiedades infecciosas.
-
Vacunas muertas o inactivadas. Estos son microorganismos que han sido tratados con productos químicos o calor y por lo tanto han perdido su peligrosidad.
Es de hacer notar que existen vacunas como la de la gripe, cólera, peste bubónica y Hepatitis A que son de duración corta, por lo cual hay que volver más adelante de nuevo a vacunarse.
La importancia de las vacunas radica en el hecho de que al provenir de microorganismos que son altamente infecciosos y provocan enfermedades serias y mortales para el cuerpo humano, proveen de una inmunización efectiva para contraer dichas enfermedades con facilidad. De ahí que se indique su aplicación desde muy temprana edad en las personas. Estas no solo proveen de un beneficio y protección a quienes las reciben, sino incluso a quien no esta vacunado y esta o vive cerca de los vacunados.
El gran valor de las vacunas nos brinda la oportunidad de poder reducir o eliminar por completo enfermedades infecciosas que en otros tiempos llegaban a causar desde deterioro físico y mental, hasta la muerte de muchas personas. Conocer esto e informarnos de manera responsable y oportuna, es la diferencia que nos dará las armas necesarias para impedir que niños, adultos y ancianos padezcan terribles enfermedades. Por lo cual visitar a nuestro médico o acudir a los Centros de salud nos ayudará a conocer y saber cual es la vacuna que nos toca recibir o volver a aplicar. Cuidarse es nuestro derecho y obligación además de incluir a nuestras familias. No dejes pasar por alto esto y acude cuanto antes a vacunarte. Tu salud es lo primero en todo. Salute!
Fuentes consultadas: